Obras:
Modos de vida adornados con flores.Liter_aquel, 2021
Escrito en un Sharp GX 17, Eds Blur, 2008
BIO
Nació en un caluroso verano en 1973. ‘Touch me in themorning’, de Diana
Ross, era el hit número uno esa semana.Creció y descubrió la magnificencia del mundo en
Ourense. Estudió arte y diseño gráfico; no se arrepintió de no haber
estudiado filosofía al final.
Amó, fue a clase, vagabundeó y trabajó en Galicia, Salamanca, Barcelona, Madrid, Lisboa y Edimburgo, tratando de dejar sutiles/imperceptibles huellas por todas partes, como una línea vertical de lápiz sobre un muro o una diminuta buena acción.
Su principal personaje era
el de diseñadora gráfica, y eso continuó durante 15 años. Pero fue además
cuidadora de personas discapacitadas, dependienta, camarera, profesora de
español, y eso era verdad también.
NYC
Me han hablado de NYC.
Donde vive
en 2012 una chica salvaje, pura, corrupta.
Hay aviones
que llevan hasta allí (es verídico).
Yo no he
estado, al igual que no he metido la cabeza entre las fauces de un toro.
Creo que
debería leer tan vorazmente antes de escribir sobre ti, NYC,
mordiendo y
chupando los libros lo más rápido posible
para sentir
tu culto abrazo este mismo fin de semana, hoy.
Seguramente
el poeta máximo de Norteamérica habrá frecuentado tu estación de autobuses,
y Sylvia
Plath alimentó tu corazón oscuro con su ropa de extraños cortes
en la mejor
página de literatura psicológica.
Y Paul
Auster te sembró de filas de guijarros pequeños.
Y además
tuviste en Lorca a tu habitante y observador más ultramoderno,
que vivió
contigo no un año sino ciento setenta. ¿Te habías enterado?
NYC, paraíso
de los carritos de comida rápida donde se paga con dólares y peniques,
lugar de
huracanes anunciados y del cabin fever,
me da rabia
no poder contar nada de tus barrios que no he visto,
pero aún así
eres de todos nosotros.
Seguro que
sabes romperme el corazón y fabricarme uno nuevecito.
Soy la pieza
que falta en el puzzle de una inauguración de arte en una librería.
Una noche
mentiré y diré que te conozco, NYC, en un alarde de imaginación.
Siempre has
vivido en un mundo de fotogenia y papel couché, conoces poco,
ésa es tu
fuerza bruta americana, tu canto de sirena
por el que
uno quiere morir.
NYC,
horizonte, abrigo, camarada, esposa, semilla y tópico de todas las ciudades,
tu identidad
acoge y sobrepasa a cada uno de tus ciudadanos,
y se ajusta
como un guante a cada una de sus vidas profundamente humanas.
Sin embargo
olvidaste el color de las cenizas y el óxido,
las narices
rojas del vino,
lo heladoras
que pueden ser las noches al raso,
las ratas.
No sé si podríamos ser amigos.
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